EL SUEÑO EN NUESTROS GALLOS

El sueño es el reposo del sistema nervioso, es el mejor antídoto contra la fatiga. Pues el descanso que en él se tiene, va reparando las actividades corporales de las que precisan todos los seres vivos, ya que los músculos permanecen laxos y descansan.
Un gallo en preparación, como todo buen atleta, debe dormir lo suficiente; al llegar la tarde, el gallo estará en su casillero bien dispuesto en su dormidero, donde empezará el reposo; el sueño del gallo lo regula la duración de la noche y normalmente despierta al rayar el sol.

Durante el periodo del sueño los aparatos respiratorios y circulatorio del ave trabajan más lentamente y la temperatura de su cuerpo baja; si el sueño del gallo ha sido reparador; lo demostrará por la alegría de sus cantos, que gracias a su sensación de bienestar le permiten hacerlo, no así el gallo que no durmió bien, el cual se nota triste y canta pocas veces. El gallo debe entrar en su jaula dormitorio a la misma hora diariamente, esto es una regla de higiene.

Normalmente el gallo canta al filo de la medianoche, a las tres de la mañana y a la salida del sol.
El sueño que debe ser reparador puede transformarse en pésimo y desastroso si las jaulas, por negligencia y descuido del criador, tienen parásitos; el gallo además de perder energía empieza a bailotear en la jaula y despertará a los demás, lo que será una verdadera catástrofe, pues al momento de jugarse no desempeñaran adecuadamente su labor de matar al contrincante, con lo cual estarán liquidados.

EL DÍA ANTES DE LA PELEA Y EL DÍA DESPUÉS DE LA PELEA

Los animales, según se ha demostrado científicamente, poseen hábitos o costumbres en todo sentido. Si se les varía las costumbres no se sienten bien. Así es que el día antes de la pelea haga exactamente igual que los otros días de descanso. Cambiarle sus hábitos le haría más mal que bien.
Mientras más vacío esté el sistema digestivo de su gallo, más presto y listo estará para la pelea. No le dé ninguna clase de alimento antes de la pelea.
Examine especialmente el pico; si nota algún cambio en su color (generalmente un color blancuzco con rasgos o manchas de sangre), demuestra que su gallo está mudando y que pronto cambiará el pico, por lo que no lo lleve a pelear ese día; igualmente sucede con el que tiene unas manchitas redondas de color blanco en la punta del pico.

Pese su gallo antes de salir de su casa con dirección a la cancha, y si subió o bajo de peso de lo normal no lo juegue ese día. Para transportar su gallo use su casillero o gallera bien limpios y cómodos. Una bolsa sucia o pequeña, incómoda, molesta y maltrata al gallo. No hay cosa más desagradable a la vista y al olfato que las bolsas sucias y malolientes. Así es que, por lo menos, lávelas antes del día de la pelea. Cuide la balanza en la cancha y no dé ventaja en el peso más de lo permitido por el reglamento; no deje que le pongan espuelas más largas que las que usted utilizará; trate de evitar echar pollos contra gallos, eche sus gallos contra gallos, sus pollos contra pollos; si quiere en verdad a su gallo, defiéndalo hasta lo último.